Malta: Erasmus+ en un lugar único

 Hola, mi nombre es Lucia Muñoz Aparicio y estoy realizando mis prácticas de gestión administrativa de erasmus en Malta.



Cuando pisé Malta por primera vez como parte de mi experiencia Erasmus, tenía una mezcla de emoción, miedo y nerviosismo. Era la primera vez que vivía y trabajaba en otro país, y aunque me había preparado mentalmente, nada se compara con estar realmente allí.





Lo primero que me encanto fue el clima de Malta que ya mostraba su sol característico y una energía vibrante. Las calles estrechas, la arquitectura de piedra dorada y el inglés con acento maltés me hacían sentir que estaba muy lejos de casa, pero en el buen sentido.





Mi integración en la empresa Alan Fiorini fue mucho más fluida de lo que esperaba. Desde el primer momento, el equipo me hizo sentir parte de la oficina. Me asignaron diversas tareas como ayudar a revisar documentos contables, introducir datos en sistemas fiscales y asistir en la preparación de informes para clientes internacionales. Todo esto, mientras todavía me adaptaba al ritmo y vocabulario técnico en inglés.





Hubo momentos de duda, como es normal: no entendía algunos procesos, o temía cometer errores. Pero mis compañeros siempre estaban dispuestos a ayudar. Me enseñaron no solo el "cómo", sino también el "por qué" detrás de cada tarea. 


Vivir en Malta también implicó adaptarse a una nueva rutina. Aprender a moverme en transporte público, entender la forma local de hacer las cosas, y, sobre todo, hacer nuevos amigos. Lo mejor fue conocer a otros estudiantes Erasmus: cada uno con una historia distinta, pero todos compartiendo el mismo objetivo de vivir algo diferente.





En resumen, mis primeras semanas fueron un torbellino de nuevas experiencias. A veces desafiantes, a veces abrumadoras, pero siempre emocionantes. Sabía que era solo el comienzo de algo muy especial.


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