Amal, Galway, Irlanda


Parece ayer cuando llegamos con nuestras maletas, cuando sentíamos el frío por el cuerpo y mirábamos a todos lados sin perder detalle para recordar por donde andamos. Así comenzó todo, como me decía mi amiga, todo lo bueno comienza con un poco de miedo, y a partir de mañana comienzan los últimos 7 días en Galway, Irlanda.


Mi experiencia ha sido maravillosa con mis compañeros, siento tener que nombrarlos tanto, pero será por el cariño y el aprecio que les he cogido en todo este tiempo, y es que gracias a ellos estos días han pasado volando, es tan simple como ver que al llegar a casa, me siento como en casa, que no me hace falta buscar vocabulario de hace dos o tres años de las clases de inglés, que no tengo que utilizar el traductor y mucho menos se me cansará el cuerpo de hacer todo tipo de señales para poder comunicarme. Que negativo y positivo es negativo, y nosotros hacemos que sea positivo porque no creemos en lo imposible y por ello, por más diferentes que seamos, nos sacamos las mismas sonrisas, porque necesitamos ese ánimo para sentirnos simplemente bien. Y esta es la relación que existe en nuestro pequeño y pasajero hogar que vamos a abandonar en 7 días, y al cerrar la puerta, lo haremos con felicidad porque desde el primer día que entramos lo hicimos con la una sonrisa en la cara, y la alimentamos a diario con recuerdos llenos de lágrimas porque  las risas eran tan inmensas que necesitábamos llorar. Así es la convivencia, o al menos esta ha sido nuestra convivencia.

Salir era el mayor de nuestros problemas, porque pocas veces coincidimos en lo que hacer en nuestro tiempo libre. Y justo cuando logramos coincidir en algo, pues salíamos tarde, como no... Es algo que tenemos en común, pensamos que somos puntuales y en realidad no lo somos. Bueno también tenemos en común el Hot Muffin, el gran descubrimiento de Domin, y es que en casi todas las salidas, alguno de nosotros tenía que pedirse esa mezcla de sabor caliente y frío, o directamente todos.


Otra cosa que también tenemos en común son las pocas ganas de pasar por el puente, porque siempre nos congelamos del viento y frío que hace, y aprovechamos para congelar ese momento con una foto.





Lo más bonito es sentarte, cuando sale el sol para compartir más sonrisas y diversión, y en mi caso un poco de locura, mientras se ven esas casas de colores al fondo, y el paso de los patos.







Que aunque no sea creíble al salir de fiesta también aprendes cosas, por ejemplo el tema del Give It Up tan ochentero aún suena en los clubs de adolescentes, y escucharlo dos o tres veces en la misma noche es un placer. Carbon se llama el club y me costó tres semanas entender porque ponía C6, soy de administración pero le he tenido que dar un repaso a la tabla periódica de los elementos.






Pues estos han sido mis queridos compañeros de esta aventura, experiencia o como queráis llamarlo, Domingo, Mohamed y Shaima. Os echaré de menos, y que sobran palabras.






El motivo real de estar donde estamos, son las prácticas,  que como comenté en mi anterior entrada lo hacemos en el GTI. Las personas que están ahí nos han acogido muy bien, y aunque a veces nos cueste comunicarnos, al final lo conseguimos. Nos han asignado cuatro proyectos para hacer,  de los cuales dos son de administración y los otros dos son de informática, cada semana uno de nosotros debe de ser el líder y se encarga de que el proyecto que le ha tocado se está haciendo correctamente. Todavía queda una semana y los proyectos no están terminados por ello no puedo dar una la conclusión final, pero tengo que decir que tal como lo estamos llevando a día de hoy está bastante bien.




Y esto es todo, hasta aquí me voy a despedir, ya que esta es mi última entrada, tengo que decir que al principio tenía muchas dudas, pero me alegro muchísimo de haber tomado la decisión de venir, que han sido unos días maravillosos y que recordaré para siempre, que han habido muchos alti-bajos, pero lo importante es cómo se saca todo adelante.


 Dar las gracias a las personas que han hecho que este proyecto Erasmus + sea una oportunidad para los alumnos, que podría estar un poco mejor coordinado y organizado, pero que ha sido maravilloso disfrutar de todo esto y sobre todo con mis compañeros. También dar las gracias a Galway por acogernos y a sus habitantes por tener paciencia con nosotros.

Me despido de Galway y de todo este mes, ya que ha sido un lugar maravilloso y unos días espléndidos.





¡GRACIAS!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi estancia en Italia

Erasmus Malta 2019: Última semana

La locura de las maletas.